Thursday, September 24, 2015

Pando da grandes pasos hacia su progreso y desarrollo


De ser uno de los departamentos más olvidados y postergados del país, hoy en día es uno de los más pujantes y, a través de grandes pasos, está creciendo de forma acelerada en lo económico y social, además apuntalando un progreso constante, redescubriendo sus potencialidades productivas.

Si bien sigue siendo, uno de los menos poblados del país, entre 2001 y 2012 (que se realizó el último censo) su población se duplicó a partir, sobre todo de la llegada de pobladores del occidente del país, atraídos por la dinámica comercial. la esperanza de un mejor futuro y la mejor vinculación con este territorio, a través de vía área y terrestre. Si en 2001 el flujo de migrantes era de 10,5 habitantes por cada centenar, la cifra en 2012 aumentó a 14.

Su economía desde el pasado, se basa en la recolección de castaña ("oro blanco"), goma y la explotación de madera de buena calidad, pero no con la fuerza que tuvieron estas actividades hasta 1920. En esa época, por ejemplo, el caucho natural era muy requerido en la industria automotriz y otras, se vendía a precios elevados, lo que lo convirtió en la segunda mayor exportación boliviana después del estaño, y enriqueció a empresarios como Nicolás Suárez. Entonces vino la Segunda Guerra Mundial, y los precios del caucho se fueron al piso, porque como era tan complicado obtener caucho desde Brasil y Bolivia, transportándolo por el Atlántico infestado de submarinos alemanes que gustaban de hundir barcos, los norteamericanos lograron producir el caucho sintético a partir de derivados del petróleo, que es tan popular hoy, mandando la prosperidad de la Amazonia por la borda. La población de la región declinó, y el departamento empobreció.

Actualmente, Pando depende más de la minería del oro y de la producción de almendras, la mayoría de lo cual se vende a Brasil. Se ha establecido la presencia de oro, litio, cinabrio, ilmenita, bauxita, columbita, piedras preciosas y semipreciosas, que son exportadas a Brasil, según datos del Gobierno Departamental de Pando.

Por las características de su suelo y clima, de zona tropical, cuenta con cultivos de maíz, cacao, café, yuca o mandioca, arroz, frutas tropicales, legumbres y hortalizas. La ganadería es otra actividad importante para los habitantes de la región.

En cuanto a la pesca, los ríos son hábitat de una gran variedad de peces como el pacú, surubí, dorado, palometa, sábalo, bagre y blanquillo, que sirven para el autosustento de las familias.

La mayoría de la gente que se ha establecido en los centros urbanos, gran parte de ellos migrantes, vive gracias al comercio, de la venta de ropa, electrodomésticos, juguetes y otros productos, que tienen precios bajos por ser zona franca, de los que los mayores compradores son los brasileños, quienes pasan a territorio boliviano para adquirir estos productos e incluso de alimentos, que les resulta más barato comprarlos en Bolivia que en su país.

Resultado de la prosperidad en esta actividad, las ciudades pandinas reflejan un crecimiento importante en cuanto a la edificación de viviendas y el mejoramiento de las que existían (precarias de madera y calamina) por viviendas de pisos y cemento.

El crecimiento poblacional y la expansión urbana, sin embargo, generó mayores requerimientos por ejemplo en infraestructura de servicios básicos: agua, luz, alcantarillado, tratamiento de basura, transporte, salud y otros, que hoy son motivo de preocupación y prioridad en las inversiones de los gobiernos municipales.



ECONOMÍA

Pando asienta su vida económica en la recolección de castaña y goma, asimismo, de la explotación de madera. Su impacto cayó a partir de 1940, por la baja de los precios internacionales sobre todo de los dos primeros.

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