El nivel del río Acre de Pando continuaba anoche aumentando su nivel, por la intensa lluvia que volvió a azotar la zona, incrementando el temor de los pobladores de los barrios afectados.
El agua potable empezaba a escasear y las enfermedades acechaban a los menores, además de la gran proliferación de mosquitos, según José Antonio Salinas, presidente del Concejo Municipal de Pando.
Las familias afectadas por la riada eran 267, es decir 1.099 personas damnificadas, que se encontraban en ocho albergues instalados en la ciudad.
Informe del Ministro de Defensa. La autoridad de Defensa realizó ayer un recorrido en deslizadores por el río Acre, acompañado del gobernador de la zona, Edgar Polanco, y del alcalde Carmelo Vargas. El informe oficial daba cuenta que el nivel de las aguas del río, que el sábado se mantuvieron en 13,40 metros, habían bajado hasta los 11,20 metros y que en la cabecera del afluente, zona de Bolpebra (frontera Bolivia, Perú y Brasil), las aguas habían bajado en 2,40 metros, por lo que se esperaba que en las próximas horas disminuya la emergencia.
Cinco barrios anegados por el desborde. El desborde del río Acre causó daños a cinco barrios de Cobija, entre ellos, Junín, una zona histórica que se encuentra apegada al casco viejo de la ciudad. Mapajo, Cacique, La Cruz, y Cataratas son las otras zonas conocidas como residenciales que fueron dañadas.
En Junín, Cataratas y Mapajo las aguas llegaron casi al nivel del techo. Los pobladores rescataron los electrodomésticos de sus casas. Algunas cosas, como los colchones fueron subidos a los techos de sus viviendas, así lo hicieron conocer los afectados Cimar Clavijo y Tatiana Quiroga.
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